Una de las ubicaciones de piletas en la que no se suele
reparar habitualmente es en la que tiene que ver con los edificios en altura y
que, sin embargo, cada vez se demandan más. Para estos casos, las piletas plásticas resulta la fórmula
idónea por sus propias características.
Las piletas plásticas
llevan en el mercado ya más de tres
décadas durante las que ha quedado demostrada la durabilidad de este material,
que además se puede regelquear para mejorar su tonalidad y brillo. Por su
puesto, a esta ventaja general se une la de que permiten una enorme variedad de
diseños, para adaptarse a muy distintos espacios y dimensiones.
Volviendo a la aplicación de las piletas plásticas para ubicaciones en edificios en altura, porque
permite que las instalaciones queden totalmente impermeabilizadas del resto de
la estructura del edificio. No hay que olvidar que estas edificaciones se ven
sometidas a vaivenes por vientos o a dilataciones y contracciones por las
temperaturas que afectan también a las piletas que estén instaladas en ellos.
En el caso de modelos de piletas plásticas, el material es mucho más flexible que el clásico
hormigón, por lo que corren mucho menos riesgo de sufrir grietas. Incluso, en
el caso de desperfectos, las piletas
plásticas se reparan con mucha mayor facilidad, en poco tiempo y con un
costo mínimo. Por no hablar de la seguridad, porque este tipo de piletas se
instalan en altura dentro de varios espacios estancos, aislados entre ellos,
con lo que se evitan las filtraciones.
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