En tiempos difíciles, no siempre la salida para ajustar las
cuentas es prescindir de servicios, más bien se puede revisar al milímetro los
costos en cada caso para ajustarlos al máximo. Esta afirmación es fácilmente
trasladable a las piletas comunitarias
y todos los gastos que conlleva su mantenimiento.
Hay que pensar que los propietarios ya han hecho una
considerable inversión cuando han instalado piletas comunitarias, por lo que dejarlas inutilizadas, con el
considerable deterioro que se va a producir, no es la mejor solución. Por el
contrario, hay algunas claves que harán que se puedan abrir al público, sin que
suponga un descalabro económico.
Es esencial que se controlen las fugas de las piletas comunitarias, por ejemplo. El
gasto de una pequeña filtración puede disparar el consumo de agua, más en
algunas zonas donde este recurso natural es escaso y su precio, en
consecuencia, muy elevado. Antes de iniciar el periodo de uso de las piletas comunitarias, se deben revisar
por especialistas para detectar posibles grietas.
El control de la evaporación es otro aspecto a tener cuenta
cuando intentamos ahorrar en costos de piletas
comunitarias, por los mismos motivos que con las fugas. La solución en este
supuesto es invertir en la instalación de un cobertor para piletas comunitarias. Los hay de precios muy asequibles y de gran
eficacia, con lo que se amortiza el gasto.
También es interesante que los propietarios de piletas comunitarias estudien la opción
de repartir los costos durante todo el año, en lugar de concentrarlos solo en
la época de uso.
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