Cuando un propietario decide adquirir un accesorio lumínico
para la iluminación de su pileta, no solo tiene que considerar el efecto estético de mismo o su
consumo energético, también es imprescindible tener en cuenta el tema de la
seguridad. Por eso, hay que estudiar detenidamente cómo iluminar una pileta para que nuestra inversión sea la
adecuada.
El agua y la electricidad, en cualquiera de sus variantes,
conforman una combinación muy peligrosa, tanto para el propio funcionamiento de
los sistemas de iluminación en este caso, como por el grave riesgo que un fallo
puede suponer para la salud de las personas. Esto explica que existan normas
muy estrictas que regulen cómo iluminar
una pileta.
Una de las reglas básicas sobre cómo iluminar una pileta tiene que ver con el establecimiento de
unas zonas que requieren una protección específica. Existen tres áreas básicas:
el interior de la pileta, el borde alrededor del perímetro de la pileta en una
extensión máxima de 2,5 metros y el
resto de espacio. Cada una de estas zonas requiere unas condiciones de
seguridad distintas.
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