Mantenimiento de piletas

Los filtros para el mantenimiento de las piletas tienen como objetivo retener las partículas así como los materiales coloidales que encontramos en suspensión en el agua. La dimensión que tengan los poros del filtro será la que determine cuál es la calidad de la filtración.

Si queremos que el agua quede completamente limpia, debe ser de un tamaño superior a 20 urn.

La limpieza del agua además de ser realizada por los filtros también debe ir acompañada de un tratamiento químico específico. Es necesario que se combinen ambas técnicas para garantizar unos resultados óptimos.

Existen distintos tipos de filtros. En el caso, por ejemplo, de las piscinas deportivas se requiere el uso de filtros de especiales dimensiones que sean aptos para sistemas de recirculación inversa. En estos casos, el agua se introduce a los vasos por la zona inferior de la pileta y se retorna a los tanques de compensado por el borde superior y perimetral de las piletas.

Estos filtros cuentan con unas determinadas y específicas características, ya que se fabrican en acero inoxidable, se equipan de una válvula única, son tratados en su interior con el fin de evitar la corrosión, están provistos de bombas centrífugas con una gran potencia, disponen de circuitos auxiliares y para su fabricación se utilizan materiales de gran calidad.

La limpieza de los filtros es también muy importante, ya que la suciedad va adhiriéndose al filtro y si no se limpia dificulta el paso del agua. El filtro se ha de limpiar dos veces a la semana, incluso en invierno. Además, se ha de cambiar la arena cada dos o tres años.

Recuerda que es muy importante lavarte bien después de limpiar el filtro para evitar posibles infecciones. Asimismo, es recomendable airear el lugar en el que has limpiado la arena o el filtro.