Todos los
expertos coinciden en recordar que es muy importante que cualquiera
que vaya a acceder a una pileta se de una ducha antes y después de
cada baño.
Puede parecer un exceso pero proporciona muchos
beneficios, tanto para nuestra salud como para mejorar el
mantenimiento del agua. La ducha previa ayuda a eliminar restos de
cremas y suciedad en general que podamos llevar adherida a la piel. Se recomienda entre otras cosas para prevenir la otitis.
Además, es una forma segura de prevenir los llamados “cortes de
digestión”, pues adaptamos la temperatura de nuestro cuerpo de una
forma más gradual. La de salida, elimina el cloro y otras sustancias
que pueden causar molestias en piel y ojos.
El principal inconveniente de las duchas de las piletas es la temperatura del agua
Pero claro, a menudo es difícil
convencer a los bañistas de lo recomendable de esta rutina. Más si
tenemos en cuenta que el agua que sale de las duchas instaladas en el
borde de las piletas suele salir bastante fría. Son mayoría las
personas a las que no les gusta nada esa sensación de agua fría,
aún en los días de más calor.
Dependiendo de la distribución de
nuestro jardín, el instalar una toma de agua caliente puede resultar
complicado. Eso sin contar con el gasto extra que puede suponer, más
si se utiliza por muchas personas.
Duchas solares, solución para el agua fría
Pero, hay una solución perfecta.
Las duchas de exterior solares. Estos modelos se encuentran
fácilmente en cualquier centro comercial o de bricolaje, no precisan
más instalación que la toma de agua. Además, el agua caliente se
consigue sin coste adicional alguno. Y, finalmente, sus diseños
permiten que se integren en el entorno.
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