Hay muchas formas de complementar nuestras piletas, unos con
finalidad decorativa, otros para determinados usos y algunos que responden a
estos dos factores. Evidentemente, las piletas se pueden ir modificando y
mejorando con el tiempo, aunque hay determinados elementos que es mejor decidir
e instalar desde el primer momento, sobre todo, los que implican algún tipo de
obra.
Es el caso de los revestimientos del borde y accesos a las
piletas. Se trata de elementos que tienen la clara función de facilitar a los
bañistas la llegada a la pileta, evitando problemas como resbalones o que se
quemen los pies descalzos. Por eso, es esencial que elijamos bien los
materiales que colocamos en estas zonas concretas de las piletas.
Pero, además, estos accesorios forman parte del diseño de la
pileta y, por tanto, son claves para que el resultado final responda al estilo
que buscamos en nuestro proyecto.
La madera es un material que cumple perfectamente con todas
las condiciones antes citadas. Es indiscutible su valor estético, aportando
siempre una calidez y elegancia que encajan perfectamente en cualquier
ambiente. Pero, en los espacios exteriores, además, dan un toque de frescura y
naturalidad que resulta muy interesante.
El uso de madera para estas instalaciones es recomendable
desde la perspectiva de la funcionalidad. Se eligen modalidades tropicales,
mucho más resistentes a la humedad y los agentes climáticos. Y se les aportan
los tratamientos necesarios para que no resulten resbaladizas, ni acumulen
calor, de forma que los bañistas no sufran la mínima molestia.
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