Los fondos de las piletas, con
los que me refiero tanto a la profundidad, la
inclinación lo la decoración, es uno de
los temas que me quedan pendiente por abordar en este blog.
Hoy voy a hacerlo con el fin de ir
completando la lista de temas tratados y espero que así mi trabajo
día a día se enriquezca un poco más para que todos los que buscáis
información sobre estas instalaciones encontréis aquí una
información, sino de referencia al menos útil y práctica
A la hora de dar forma a nuestro
proyecto de pileta, no hay elementos más o menos importantes. Un
buen resultado será la consecuencia lógica de que hayamos aplicado
soluciones apropiadas a cada uno de los detalles que implica una
instalación de este tipo.
Una óptima instalación de piletas se consigue con la perfecta combinación de cada uno de los aspectos que la constituyen
La importancia de los fondos de las
piletas
En este sentido
es adecuado que recalemos en la importancia de que los fondos de las
piletas se acomoden, en diseño y en funcionalidad, a las
prestaciones que vamos a exigirle a la nuestra. Porque existen
diferentes tipos de fondos, con usos específicos en cada caso.
Por ejemplo, si nuestra pileta va a ser
inminentemente una instalación de tipo familiar, en la que se van a
bañar niños y adultos, conviene elegir un fondo mixto, con
una inclinación que permita que la profundidad se adapte a todos los
miembros. Si esencialmente el uso es infantil, entonces podemos optar
por un fondo plano, de menor profundidad y más seguro.
Esos son los tipos más utilizados.
Pero hay otros modelos menos conocidos. Están los fondos de
piletas con curvas, que son perfectos para los aficionados al
buceo. También el de gran fondo de baño que por su costo
queda reservado para quienes practican saltos de trampolín. Implica
una necesidad de excavaciones en el terreno mucho más profundas y
puede resultar peligroso, por lo que hay que insistir en que no
conviene instalarlo en piletas privadas familiares.
Por último, no hay que olvidar que se
pueden personalizar los fondos con una decoración a medida,
siempre teniendo en cuenta que debe intentar ser lo más atemporal
posible. Es mejor que no nos dejemos llevar por tendencias del
momento, ya que cuando se pasen querremos modificar el fondo, lo que
supone un trabajo desproporcionado y poco viable, así como el coste
que implica.
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