Cuando van a instalarnos una pileta, no solo tenemos que
tener en cuenta el modelo y materiales que vamos a elegir. Hay otros elementos
que permanecen ocultos, pero de cuyo funcionamiento va a depender directamente
que podamos disfrutar de baños confortables y saludables. Por eso, es clave que
el diseño del circuito de agua de una pileta sea el adecuado para las
características de cada caso.
El circuito de agua de una pileta sustenta todo el
mecanismo de filtrado y, además, el sistema de climatización o clorado de una pileta en los casos en
los que disponga de ellos. Es fácil, por tanto, entender que si no se
planifica correctamente, la calidad del agua de la pileta se verá
inevitablemente afectada.
Lo primero que debe conseguirse con el diseño del circuito
de agua de una pileta es que no queden zonas muertas, es decir, que todo el agua
de la pileta pase por el sistema de la depuradora. Por ello, hay que evitar que
el circuito de agua de una pileta tenga obstáculos, elementos angulosos o
recodos que dificulten o impidan el paso del agua.
También, para asegurar la incorporación de todo el volumen
al circuito de agua de una pileta, hay que atender y equilibrar la existencia
de las zonas más alejadas para que el filtrado llegue a todas ellas y no nos
encontremos con zonas de agua más limpias que otras. Si tenemos rebosaderos,
hay que incluir un vaso de compensación para asegurar que esa agua se incorpora
igual al sistema.